Un tipo irónico (sarcástico, mordaz, cínico), que por desgracia era mi compañero de trabajo, me saludó con burla (sátira, mofa, broma), cuando el lunes salía yo apesadumbrado (abatido, dolorido, disgustado) rumbo a mi casa (domicilio, vivienda, morada). Enfrenté al odioso (despreciable, abominable, antipático) con una sonrisa discreta (prudente, reservada, sensata), pero con ganas de darle un golpe (choque, impacto, golpazo)y dejarlo con un moretón (moratón, mancha, moradura). Al llegar a los brazos de mi esposa y recibir sus caricias (mimos, cariños, agasajos), comprendí que hay que desechar (excluir, rechazar, descartar)lo que nos causa infelicidad (fatalidad, miseria, desgracia)y buscar las cosas hermosas (bellas, lindas, preciosas) que nos da la vida y que finalmente nos llevan a triunfar (vencer, ganar, derrotar)y así conquistar nuestros más grandes deseos (aspiraciónes, empeños, anhelos).
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